
Uno de los hechos más dramáticos vividos por los alicantinos fue el bombardeo sobre el Mercado Central a las 11 horas del 25 de mayo de 1938, cuando la aviación italiana que auxiliaba al ejército sublevado lanzó hasta 90 bombas sobre el mercado, que se encontraba totalmente abarrotado de gente. Las consecuencias de aquella masacre fueron 273 fallecidos y al menos 244 heridos, algunos de ellos de mucha gravedad, además de una infinidad de edificios destruidos o dañados. Los testimonios de los supervivientes narran el horror de un ataque que ha quedado grabado en la memoria colectiva de la ciudad. Este bombardeo se venía a sumar a los de Guernica, Barcelona o el de Granollers, que tuvo lugar días después del de Alicante, y consumaba otra acción militar hostil contra la población civil que el ejército franquista venía llevando a cabo desde comienzo de la guerra, especialmente desde el episodio conocido como “La Desbandá de Málaga a Almería”. La opinión internacional reaccionó con indignación ante estas acciones contra los civiles alicantinos y se creó la “Comisión internacional para la investigación de los bombardeos áreas de España” compuesta por Gran Bretaña, Noruega y Suecia, que visitó Alicante los días 19 y 20 de agosto, y cuya conclusión fue que el ataque aéreo a la zona civil de la ciudad fue deliberado.
No menos dramático fueron los días finales a la Guerra de España en Alicante, especialmente en el puerto, donde confluyeron, como señala el profesor Martínez Leal, las esperanzas de salvación de todos los combatientes republicanos y la población civil que pretendía huir de España para escapar de la represión franquista. Durante el mes de marzo de 1939 Alicante se convirtió en el gran puerto del exilio. Desde este lugar salieron en los primeros días los barcos Winnipeg y Marionga con un número indeterminado de refugiados. El día 12 hizo lo propio el Ronwyn con más de 700 refugiados. El 19 el American Trader zarpó con 859, a los que se le sumaron pequeñas embarcaciones que salieron de los puertos de El Campello, La Vila Joiosa, Santa Pola y Torrevieja. A final de mes el drama humanitario se agudiza con la llegada de miles de refugiados a la ciudad escapando del avance de las tropas franquistas. Finalmente, el 28 de marzo parten los dos últimos barcos: el Maritime, con 32 pasajeros, y el Stanbrook, con 2.638 refugiados. Comandado por Archibald Dickson, el Stanbrook zarpó a las 23 horas hacia el puerto de Orán. Durante su salida fue bombardeado por la aviación franquista, aunque afortunadamente sin consecuencias. El barco iba colmado de refugiados, acogiendo a muchos más pasajeros pese al riesgo de hundirse. Al menos 147 niños menores de 15 años lograron embarcar juntos a sus familias. Tras dos noches de travesía por el Mar Mediterráneo evitando encontrarse con la armada enemiga, el Stanbrook llegó al puerto de Orán la tarde del 29. Estos “barcos de exilio” salvaron la vida a miles de refugiados que consiguieron ponerse a salvo gracias a la evacuación. Mientras tanto, en el puerto de Alicante se sucedían las escenas de desesperación de la población y de los militares que no pudieron embarcar hacia el exilio, incluyendo episodios dramáticos de suicidios ante la perspectiva de represión que les esperaba. La mayoría de los combatientes fueron encerrados en diferentes campos de concentración, como el de Los Almendros o el de Albatera.
A estos dos importantes episodios se une la tumba del poeta Miguel Hernández en el cementerio de Alicante, lugar de recuerdo y homenaje al poeta del pueblo que murió en la enfermería de la prisión de Alicante el 28 de marzo de 1942, como consecuencia de la desidia, el abandono y el mal trato recibido por parte de las autoridades franquistas.
Los hitos ya mencionados y otras circunstancias relevantes, se relacionan a continuación:
a) Mercado Central de la ciudad de Alicante:
Lugares donde se hayan cometido crímenes de lesa humanidad o contrarios a los derechos humanos: El bombardeo del Mercado Central de Alicante el 25 de mayo de 1938 fue uno de los ataques más sangrientos contra la población civil durante la Guerra de España. A las 11 de la mañana, la aviación italiana que apoyaba al bando franquista lanzó cerca de 90 bombas sobre el mercado, que en ese momento estaba lleno de gente haciendo sus compras. Murieron 273 personas y al menos 244 resultaron heridas, muchas de gravedad. Este ataque, deliberadamente dirigido contra un lugar sin valor militar, convirtió al mercado en un símbolo del sufrimiento civil y de la brutalidad de la guerra. El horror vivido por los alicantinos se suma a otros bombardeos como los de Guernica, Barcelona o Granollers, y forma parte de una estrategia sistemática de terror aéreo sobre la población civil. La comunidad internacional reaccionó con indignación, y una comisión formada por Gran Bretaña, Noruega y Suecia concluyó que el ataque fue intencionado, lo que lo convierte en un crimen de guerra y en una violación de los derechos humanos. Por todo ello, el Mercado Central no es sólo un lugar de memoria para Alicante, sino también un ejemplo de los espacios donde se han cometido crímenes de lesa humanidad.
b) Puerto de la Ciudad de Alicante:
Lugares donde se hayan cometido crímenes de lesa humanidad o contrarios a los derechos humanos: El puerto de Alicante fue escenario de uno de los episodios más dramáticos del final de la Guerra de España, convirtiéndose en marzo de 1939 en el último refugio de miles de republicanos que huían del avance franquista. Durante esos días, conocidos como el “éxodo del puerto”, confluyeron allí combatientes y civiles con la esperanza de escapar de la represión. Desde este lugar partieron los llamados “barcos del exilio”, como el Winnipeg, el Marionga, el Ronwyn, el American Trader y el Stanbrook, este último con más de 2.600 personas a bordo, entre ellos al menos 147 niños. El Stanbrook, comandado por el capitán galés Archibald Dickson, zarpó la noche del 28 de marzo rumbo a Orán, siendo bombardeado sin éxito por la aviación franquista. Mientras tanto, en tierra, el drama alcanzaba niveles insoportables: miles de personas quedaron atrapadas, presas del pánico y la desesperación, algunas optando por el suicidio ante el temor a las represalias. Los que no lograron huir fueron enviados a campos de concentración como el de Los Almendros o el de Albatera, donde comenzaron las detenciones, torturas y ejecuciones. El puerto de Alicante es, por tanto, un espacio profundamente simbólico donde se concentraron las esperanzas rotas del exilio y se consumaron crímenes contrarios a los derechos humanos.
c) Tumba del poeta Miguel Hernández:
- Lugares donde se hayan cometido crímenes de lesa humanidad o contrarios a los derechos humanos: La tumba de Miguel Hernández en el cementerio de Alicante es otro de los lugares cargados de memoria y simbolismo en la ciudad, y representa una herida abierta en la historia de la represión franquista. El poeta del pueblo, como se le conoce, murió el 28 de marzo de 1942 en la enfermería de la prisión de Alicante, víctima de la desidia, el abandono médico y el mal trato sistemático que sufrió durante su encarcelamiento. Condenado inicialmente a muerte por su militancia y sus versos comprometidos con la causa republicana, la pena le fue conmutada por una cadena perpetua que terminó siendo una condena a morir lentamente entre barrotes. Su tumba se ha convertido desde entonces en un lugar de homenaje y memoria colectiva, no solo por su valor literario, sino también como símbolo de todos aquellos que fueron perseguidos, silenciados o eliminados por el régimen franquista. En ella confluyen el dolor de la pérdida, la injusticia de su muerte y el recuerdo de la dignidad con que enfrentó la represión, lo que hace de este lugar un espacio de denuncia y de reivindicación de los derechos humanos.